viernes, 8 de abril de 2011

La reutilización, una nueva forma de contar una historia


Las personas evolucionan se transforma y su entorno también. Bien dicen que los edificios cuentan historias, ellos son un almanaque de sucesos que se reflejan como nace el espacio, como se vive y como cambia.

Nos cuentan la historia de quienes habitan en sus espacios, sus costumbres, su clima, su región geográfica, los avances tecnológicos en materiales y sistemas constructivos, problemas políticos, y como se va transformando con forme el tiempo, el espacio mismo evoluciona, se modifica, se adapta o de lo contrario se colapsa para dar paso a un nuevo elemento o morir en el olvido.

¿Cuál es la capacidad de adaptación no solo de un espacio abierto o cerrado y como el hombre se adapta a él? ó ¿él espacio al hombre?.

Un ejemplo de ello lo vemos en lo que fuera la fábrica de papel Loreto y Peña Pobre, la cual tiene un antes y un después.

Este proyecto hizo posible su restauración, en 1996 donde el Grupo Carso A.C. quien es el actual propietario recibió el premio ICOMOS por el rescate de la Fábrica.

La exfábrica, sólo conserva dos torres que se observan a lo lejos, una rosa y otra azul, en las que tiene dibujada un ancla con la letra L y parte de la maquinaria que se utilizaron en aquella época.

Se han hecho las adaptaciones necesarias para que funcione como un centro comercial ubicado en lo que era antes una fábrica de papel. Tiene 38 tiendas, entre las cuales hay boutiques, joyerías, de muebles y otros. A menudo se exhibe arte en los patios, parte del centro se utiliza como sede de eventos culturales y es sede del museo Soumaya. Hay varios restaurantes en la zona, pero quizás el más interesante sea el que está en la casa del antiguo propietario de la fábrica. Una tarea similar se llevo acabo en Plaza Cuicuilco.

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