Todo sistema tiene un objetivo, para el cual todas las partes o componentes de este sistema trabajan en forma conjunta, relacionándose y organizándose, de modo que puedan llegar a alcanzarlo. Según de que tipo de sistema se trate, estos elementos pueden recibir energía, materia o datos para que puedan llevar a cabo este propósito.
En la vida podemos ver numerosos tipos de sistemas, los cuales se dividen en 3 tipos básicos, los abstractos que son sistemas que tienen sus propios conceptos, ideologías e ideales; y los concretos que son mas especificos y delimitados.
En fin, un sistema puede definirse como un conjunto de elementos que tienen un mismo fin y trabajan conectándose de forma coordinada para recibir entradas y devolver salidas que favorezcan en su objetivo final.
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